El 31 de mayo y 1 de junio nos reunimos en Murias de Paredes, en uno de los rincones más bonitos de la Reserva de la Biosfera Valles de Omaña y Luna, para continuar con el proceso de identificación participativa de respuestas ante los retos planteados por el cambio climático.
Y, de nuevo, una gran participación pese a los problemas estructurales de esta zona. 24 personas motivadas, con diferentes procedencias e intereses pero coincidiendo en el deseo de aportar para este territorio. Tras un primer taller en el que el objetivo fue entender cómo el cambio climático puede afectar al territorio y analizar sus fortalezas y debilidades, en esta ocasión el reto estaba en identificar, de una manera absolutamente abierta y creativa, acciones que pudieran mejorar la capacidad de respuesta de esta Reserva ante la incertidumbre. Y lo hicimos a través de tres ejes: Acciones para la mejora de servicios ambientales, para la mejora de actividades socioeconómicas y para la diversificación de actividades productivas.
El resultado: varias decenas de propuestas que, tras agruparlas por afinidades, se concretaron en 19 acciones que van desde la recuperación de pastos a planes para el ahorro de agua pasando por potenciar los esquemas de colaboración comunitaria, las tradicionales “hacenderas” o “facenderas”. Todas ellas pasarán a ser analizadas en común en el próximo encuentro del día 27 de junio en Madrid y finalmente concretadas con los responsables de cada una de las Reservas de la Biosfera participantes. Un gran punto de partida.
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