Los pasados días 10 y 11 de mayo realizamos el primer taller participativo de este proyecto en la localidad de Canales-La Magdalena, en el valle de Omaña.
En un territorio muy castigado por la despoblación y en el que la participación pública se planteaba como un problema, nos sorprendimos gratamente por la respuesta de la población: Más de 20 personas preocupadas por cómo el cambio climático está ya afectando a sus vidas, incluso sin saberlo y que dedicaron varias horas de su tiempo a pensar en lo común, imaginando este territorio en las próximas décadas desde una perspectiva en positivo, analizando obstáculos y fortalezas, identificando apoyos y palancas de cambio.
Alipio García de Celis, en su intervención, planteó de forma clara y directa cómo el cambio climático está afectando ya a este territorio y cual es el horizonte más probable: disminución de precipitaciones, aumento de la evapotranspiración y menor capacidad de recarga de los acuíferos. En un contexto en el que todos los núcleos de población se abastecen de manantiales y donde los pastos de siega necesitan agua, las consecuencias no pueden obviarse. Un punto de partida crudo pero que abrió los ojos ante la necesidad de plantear respuestas, y ese es precisamente el objetivo de esta iniciativa.
Entre las áreas desde las que plantear respuestas: la necesidad de recuperar modelos de gobernanza abandonados, de pensar desde lo común, de centrarnos en las fortalezas y atributos de estos valles, de cuidar la naturaleza.
¿Cual es la palabra con la que definirías este taller? “Expectante”. Un buen punto de partida para nuestra siguiente cita, centrada en la identificación de acciones.
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