Un interesantísimo documento reciente, titulado “¿Cómo comunicar el Cambio Climático?”, editado por el Observatorio de la Sostenibilidad de la Fundación Cristina Enea, analizaba algunos de los factores que dificultaban la asunción de compromisos en materia de cambio climático a nivel social. Entre ellos, que se trata de un problema con efectos poco reconocibles en el corto plazo, que se ha enfocado desde una perspectiva “alarmante”, como un problema demasiado grande y difícil de resolver y respecto al que no tenemos capacidad de respuesta o cuyo coste es tan alto que lo trasladamos a las generaciones futuras (como un cambio radical en nuestro modelo de consumo).

Afortunadamente, el cambio climático vuelve a estar en la agenda gracias a una jovencísima chica sueca, Greta Thunberg, representante de aquellas “generaciones futuras” a las que les íbamos a dejar el planeta en herencia y que ha logrado con su actitud y su mensaje implicar emocionalmente a miles de personas.

Aprovechemos estos vientos favorables para incidir en algunos de los aspectos que recogía el mencionado documento y que facilitarán la identificación de respuestas:

  • Se trata de un cambio global con incidencia en lo local: Es necesario saber sobre sus consecuencias directas, porque es necesario construir una percepción del riesgo más realista y comprender nuestras vulnerabilidades.
  • Es necesario saber sobre sus soluciones, porque conocer las opciones hace posible que dejemos de ver el cambio climático como un asunto deprimente y sin salidas para empezar a concebirlo como un formidable reto social sobre el que es posible intervenir.
  • Identifiquemos el problema, sepamos cómo nos afecta, pensemos en positivo. Adoptemos un enfoque de responsabilidad, basándonos en valores compartidos y en lo que está en nuestra mano para contribuir al cambio.

“¿Ahora va a ser que la causa es el cambio climático? No me hagas reír”, rezaba un comentario reciente en relación a este proyecto.

No, la causa de los problemas de las áreas de montaña no radica en el cambio climático. Pero con seguridad reforzará los problemas que ya tiene y, sobre todo, este ejercicio nos permite superar la negatividad y movilizar la acción colectiva. Y desde ahí, quizá si podamos abordar algunos de los principales obstáculos que les afectan.

Referencias: “¿Como comunicar el Cambio Climático?” Observatorio de la Sostenibilidad. Fundación Cristina Enea. Donostia/San Sebastían, 2016